¿Escribes? Entonces necesitas una biblioteca
Y una guía para empezar tu propia biblioteca de autor(a) en Substack.
En algún sitio leí que para convertirte una persona que escribe es necesario tener una biblioteca cerca. Me resultó curioso, porque nunca me lo había planteado de esa manera, y no lo había hecho porque, en mis circunstancias, tuve la biblioteca integrada prácticamente desde el nacimiento. Mi familia lee mucho, y ha construido una biblioteca con el paso del tiempo, además, tiene la costumbre de comprar la prensa a diario. Luego, durante mi carrera, disfruté de toda la red de bibliotecas que la institución que me acogió puso a mi disposición.
Cuando me mudé a Madrid localicé la biblioteca más cercana, a la que suelo ir con regularidad. Y como no es para menos, ahora tengo mi pequeña biblioteca en mi casa. No fue hasta que lo leí (creo que fue un libro que saqué de la biblioteca aquí en Madrid) cuando me hice consciente de que en efecto es no solo importante, sino necesaria, porque una persona que escribe necesariamente tiene que leer.
Una persona que escribe necesita leer de todo
Ya me lo habían dicho cuando tenía menos años. En aquella época, me parecía pesado y difícil de abordar. ¿En serio? ¿Cómo que tengo que leer de todo? ¿Y por dónde empiezo? Eran preguntas recurrentes cuyas respuestas empecé a encontrarme con el paso del tiempo. El motivo general, creo, es que sin importar lo que escribas, leer de todo te da una conciencia global que puedes utilizar a placer, sin importar si escribes poesía, novela rosa o te dedicas a la política.
La visión global de una biblioteca
Es por ese motivo que una biblioteca puede servirte si has decidido hacer de la escritura tu oficio. En ese centro del conocimiento puedes encontrar libros de todo tipo, porque está bien que tengas tu pequeña biblioteca personal, pero seamos honestos: adquirir libros, por más que nos gusten, supone una inversión económica y de espacio que no todos se pueden permitir.
Lo del argumento de que yo lo que tengo es una biblioteca electrónica y no sufro esos males tampoco aplica, porque hasta donde sé eso requiere de una inversión económica, mensual o anual.
Una biblioteca te permite consultar todo tipo de libros, cuantas veces quieras, sin el compromiso económico o de espacio. Al ser un ente vivo, cada vez que lo visites encontrarás más y más recursos a tu disposición.
Los privilegios de una biblioteca tradicional
Visitar una biblioteca te permite ciertos beneficios que puedes poner a la disposición de tus necesidades. Te enumero algunos y basados en la experiencia de usuaria que tengo en España:
· Solicitud de adquisición de fondos: si necesitas un recurso que tu centro no tiene, puedes solicitarlo para que se considere adquirirlo (siempre que tenga beneficio para la comunidad).
· Solicitud intercentro: si necesitas un recurso que está en otro centro del sistema de bibliotecas, puedes solicitarlo y lo traerán para ti.
· Posibilidad de renovación de préstamo: por si no te da tiempo de terminar la lectura o prefieres tener el libro un tiempo más.
· Solicitud de fondos electrónicos: también prestan ebooks.
· Espacio de quietud para escribir: si prefieres la quietud para escribir, la biblioteca puede ser un buen lugar para dar rienda suelta a tu pluma (o tus teclas). Eso sí, durante los períodos de exámenes no te garantizo que puedas entrar.
· Amplios horarios: mi centro abre incluso fines de semana.
· Espacio didáctico más allá del préstamo y consulta: las bibliotecas tienen su propio programa cultural y puedes encontrar actividades que sean de tu interés, y para tu enriquecimiento global.
Guía: Tipos de bibliotecas que consulto
En esta guía te muestro las bibliotecas que consulto y que me ayudan cada día a ser mejor escritora. Con ella pretendo darte una panorámica de todas las opciones a las que puedes recurrir.
Básica: La biblioteca pública local, la que está en tu barrio o cerca de tu casa. Con tu carné de identidad y algún documento acreditativo adicional te puedes hacer el carné de la biblioteca para realizar préstamos y solicitar recursos.
Bibliotecas especializadas o de fondos de difícil acceso: Por ejemplo, la Biblioteca Nacional, que tiene fondos previos a los años 50 del siglo pasado, y que con las debidas acreditaciones puedes solicitar y disponer de ellos. Útil si estás con una propuesta de novela histórica, por ejemplo. Lo mismo ocurre con otros centros especializados como la Filmoteca en temas de cine o la biblioteca del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, si tu ámbito son las artes.
Bibliotecas digitales de obras libres de derechos: páginas de diferentes entidades privadas alrededor del mundo que recopilan obras libres de derechos para el disfrute del público general, sin coste adicional. De las que más visito está Biblioteca Gutenberg, Internet Archive y Librivox.
Digitales de pago: existen, también, las populares bibliotecas de libros electrónicos de pago, una forma fácil de llevarte cientos, si no miles de libros a cualquier parte y desde cualquier dispositivo electrónico. Puede que la más popular sea la de Amazon, pero también existen otras como Perlego, orientada al mundo académico, donde puedes subrayar, tomar notas, etc.
Tu propia biblioteca: la biblioteca de autor(a) de Substack
Substack también puede convertirse tu biblioteca, y puede serlo de dos formas:
· la biblioteca de contenidos especializados a la que te refieres para seguir aprendiendo y
· la biblioteca de saberes que creas a partir de tu ámbito de escritura.
La primera es la más conocida, porque todos, en mayor o menor medida, hemos explorado personas que escriben temas especializados en Substack, y que, con esa intención, y el paso del tiempo, crean una biblioteca de recursos útiles para las personas que se suscriben.
La otra opción es que tú mismo, tú misma, te animes en la creación de una biblioteca personal con la que puedas servir a personas con tus mismas inquietudes que estén o decidan unirse al espacio de Substack.
En mi caso, adopté esta idea unos años atrás con mi boletín de La crónica espectral, un espacio donde encontrar información fiable y contrastada sobre literatura gótica global en español. Los contenidos que te encontrarás allí solo conciernen a este tema. Además, y dado que soy escritora de ficción y poesía, también encontrarás recursos sobre procesos creativos de escritura y temas afines.
Crea tu biblioteca en dos pasos
Para crear tu propia biblioteca de autor(a) solo necesitas:
Elegir tema de preferencia, uno con el que te sientas cómoda, cómodo para escribir durante un tiempo indefinido. Lo tengas claro o no, haz una lista de intereses y ve acotando y limitando. De esa manera evitarás escribir de todo.
Elige uno o dos temas y piensa en un enfoque interesante, lo que implica que necesitarás hacer algo de investigación, para no escribir de lo que todos escriben y de la misma manera.
También necesitarás intención y compromiso para mantenerte escribiendo con regularidad. Hacer una lista con potenciales temas de discusión puede ayudarte a no quedarte sin ideas y asegurarte que vas a seguir escribiendo.
La biblioteca de autor(a) es un punto a favor si quieres desarrollar tu carrera como persona que escribe, ya que puede ayudar a construir un perfil más sólido y a dar recursos para poder darte a conocer (y a tu trabajo) en otros espacios.
¿Te animas a construir tu propia biblioteca de autor? Cuéntame en los comentarios
Rescato una parte del texto donde se menciona lo siguiente, "me parecía pesado y difícil de abordar", esto me sirve para contar mi experiencia con las bibliotecas o librerías del entorno en el que crecí. Todo estalló en mi cabeza justo al acabar fracasadamente la enseñanza obligatoria, tuve verdaderos problemas en el sistema educativo. Siempre estaba preguntándome infinidad de cuestiones, mi pensamiento creo que estaba un poco desarrollado para la edad, tenía una filosofía y valores, pero ni por asomo pensaba que muchas cosas estaban reflejadas en autores. Recuerdo ir a por libros para responder a mis preguntas, me sentía muy reconfortado con ciertas lecturas, pero quien me impacto fue Schopenhauer, aún recuerdo el shock, la extrañeza que me causaban sus escritos, era la linea de pensamiento y visión que yo tenia sobre la existencia, se llamaba pesimismo.
A partir de ahí creció mi interés por la filosofía, la historia, la política, recuerdo la facilidad que había para encontrar libros en las tiendas de barrio a un precio económico, en las bibliotecas también me veía muy reconfortado.
La lectura me ha enseñado algo más que el conocimiento que pueda tener, me gusta leer autores acordes con mi pensamiento, eso es obvio, moverte en tu zona de confort, pero con lo que más he aprendido en una linea digamos de visión interior, es tomar lecturas incomodas, esas que detestas de antemano, que se alejan tanto que están en las antípodas del pensamiento, en un principio tenía que saber porque las detesto, conocer al enemigo por así decirlo, leer a Gentile o Heidegger, por poner dos ejemplos, a veces no era nada agradable, pero eso me puso en una posición de planteamiento constante con lo que me rodeaba y sobre todo para hacer autocrítica (Mirarse desde fuera hacia dentro) antes de mirar al resto, para no hablar por hablar, para no caer en la reconfortante autoafirmación que nos condena al más deplorable ego y al condenable individualismo que es la gran pandemia de nuestros días.
Leer es imprescindible y puedo asegurar sin dudar que me hace la vida más llevadera, liberando la pesada carga que significa la propia existencia.
Si eres escritor, necesitas una biblioteca, por descontado; pero si no lo eres, también.