Cómo la lectura atenta puede convertirte en la escritora que siempre quisiste ser
A escribir se aprende escribiendo, pero también leyendo. +Taller práctico de lecturas.
Sin duda alguna la práctica es imprescindible para avanzar en cualquier iniciativa, y si quieres hacer de la escritura algo más que tu afición tienes que practicar, escribiendo. Pero hagamos una pausa sobre este punto. Si escribes de cero, volcarás sobre el papel tu lado creativo, sin más. Puede que tu trasfondo y entorno te haya provisto de amplios recursos artísticos, o bien de experiencias determinantes que hacen que tus escritos tengan una riqueza notable. Bien por ti. Pero en la escritura, como en cualquier otro oficio, siempre hay margen para la mejora. Es aquí donde la lectura atenta puede hacer más por tu escritura.
Para empezar, quiero hacer una aclaración: cuando hablo de escribir mejor, me refiero al ámbito literario, a aquel que va en la búsqueda de crear belleza y de jugar con las estructuras narrativas y poéticas, así como las imágenes que estas evocan.
Escribir mejor desde la forma más tradicional y utópica, sin la agenda de un editor con un libro de cuentas tembloroso a la vista, o bien con la firme intención de dejar tu trabajo, porque las ventas del libro en cuestión, según tus expectativas, harán que J.K. Rowling adquiera complejo de inferioridad.
Es decir, no de escritura para la venta del tipo copywriting, estrategias de marketing, guías para escribir bestsellers, para obtener más suscriptores en Substack, etc. De seguro encontrarás mucha gente en esa noble y necesaria misión que podrá ayudarte, en otro lado.
En cuanto a las lecturas, doy amplio margen a los clásicos, sin dejar atrás buenos autores y libros de la actualidad. El motivo: son una excelente escuela de escritura. A estas alturas ya se han tocado todos los temas posibles y buena parte de los enfoques en el mundo de la escritura literaria. Leyendo clásicos te haces consciente de las propuestas que han sido utilizadas hasta la extenuación, pero de primera mano. Luego puedes identificarlas más fácilmente con libros de actualidad.
¿Qué es la lectura atenta?
En resumen, la lectura atenta es ir más allá del texto y del simple disfrute. Es hacerse preguntas de cómo y el porqué, de investigar las decisiones de la persona que lo escribió, como si a ratos te soltaras de su mano y observaras, fuera del escenario, que ha creado para ti, todo lo que está ocurriendo, con mirada de trastienda. Es identificar patrones y posibles intenciones de la persona que escribió el texto, y también del efecto que crea en ti (o que podría crear en otra persona). Es una experiencia analítica, sí, pero también es una muy íntima, porque no solo estás permitiendo que te toquen las palabras y las imágenes de ese libro, sino que te estás haciendo consciente de ello, algo que no siempre ocurre. Cuando pasa, es algo maravilloso.
¿Qué puede hacer una lectura atenta por tu escritura?
¿Conoces ese aforismo atribuido a Pablo Picasso de que «los grandes artistas copian, los genios roban»? Pues la idea detrás es una gran intención de lectura atenta, da igual si tu medio es la escritura, las artes plásticas o cualquier otro tipo de arte.
Lo que Picasso anima es a detenerse en esas grandes obras, en conocer sus estructuras y sistemas, en adivinar las intenciones de la persona creadora con el objetivo de apropiarse de la idea y de hacerla suya con una impronta propia, ya sea por un cambio de perspectiva, o por una combinación peculiar nunca o pocas veces vista, o bien olvidada directamente.
Lectura atenta de autores famosos
Para demostrarlo, te presentaré el caso de dos escritores y como la lectura ha sido decisiva en el desarrollo de su obra escrita. El primero es doctor en literatura rumana. El segundo no fue a la universidad.
El recorrido de Mircea Cărtărescu
Cuando descubrí a Cărtărescu, noté un aire de familiaridad rápidamente, una cercanía algo extraña siendo un autor de Europa del este. En aquel momento, y solo con mi humilde curso introductorio a la literatura y lengua rumana, pensé que todo venía por el folclore y su sintonía con lo extraño, lo que lo hacía muy cercano a los autores latinoamericanos con los que había crecido. Pero ocurre además que Cărtărescu es un ávido lector de literatura latinoamericana, por lo que esas influencias se dejan ver en sus escritos.
José Carlos Rodrigo Breto en su libro Mircea Cărtărescu: El hacedor de insomnios traza un interesante mapa de lecturas que, de alguna manera, descifran la labor creativa de este autor. Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, Borges, Sábato, Córtazar, Bioy Casares, por mencionar algunos, forman parte de su biblioteca de lectura atenta. Y aunque no se me había pasado por la cabeza, una vez vi este mapa todo hizo sentido. Por esta razón era que lo sentía más de Latinoamérica que de Europa oriental.
El recorrido de Ray Bradbury
Ray Bradbury no tuvo potencial económico para asistir a la universidad, lo que no le impidió aprenderlo todo (o casi todo) de los libros. Ávido lector autodidacta, visitaba su biblioteca local varias veces a la semana para devorar libros. En su catálogo de influencias estuvo Steinbeck, Hemingway, Shakespeare y Kipling, entre otros. Se «apoyó sobre hombros de gigantes» para su creación literaria, según reseñó Jason Aukerman, director del Ray Bradbury Center en Indiana. Para Bradbury los libros y las bibliotecas fueron su amor verdadero, las que le dieron todo como escritor y como persona. . Ese amor es el que se escenifica en su libro más famoso, la novela Fahrenheit 451donde advierte los peligros de una sociedad que quema sus libros.
Mi recorrido/ influencias
Haciendo balance de mis lecturas creo que hay muchos clásicos desde primera hora. En casa tuve los griegos y los romanos, más en ámbito de filosofía, literatura del canon de Puerto Rico y autores hispanoamericanos, luego Shakespeare y más tarde, Dante y Anne Rice: una mezcla curiosa.
Por mi formación he tocado muchos ámbitos, pero a grandes rasgos es literatura europea y latinoamericana. A pesar de que llevo años escribiendo, siento que apenas estoy comenzando. No me atrevería a hacer un mapa, pero está bien conocerse un poco, saber de dónde vienen ciertos temas y maneras de contar. Es parte del camino y de eso va el taller que te propongo más adelante.
¿Cuáles son tus influencias?
¿Cómo realizar una lectura atenta?
En la siguiente lista te sugiero algunos puntos desde donde se puede hacer una lectura consciente que te ayudará, eventualmente, en la construcción de tus escritos. Cuando hablo de lectura consciente me refiero a que puedas identificar estructuras, patrones y elementos. Sin embargo, esto último no significa que de una lectura sin este tipo de atenciones no derives ideas y estructuras. El cerebro es una máquina maravillosa y puede captar este tipo de sutilezas, para luego transformarlas de maneras imprevisibles, incluso si no estás atenta, pero ese es otro tema.
Para realizar una lectura atenta necesitarás un lapicero y marcapáginas tipo post-it, si es un libro físico. Si es en digital, las plataformas de lectura suelen tener herramientas para subrayar con diferentes colores y tomar anotaciones.
Tipos de lecturas (algunas):
Desde cualquier elemento de la historia: creación y evolución de los personajes, estructuración del argumento, desde los diálogos o las descripciones, etc.
Desde el momento histórico en el que se escribió: estilo y maneras, incluso en comparación con otros textos de su misma época, teniendo en cuenta las formas de pensamiento del momento.
Desde un marco teórico: con una formación en teoría puedes analizar un texto desde la lupa de unos parámetros específicos de cómo se desarrolla la obra. Esos parámetros pueden ser literarios o extra literarios. Se puede observar, por ejemplo, cómo reaccionaría a un texto el lector (estética de la recepción), o cómo la cultura y sus manifestaciones son determinantes en el desarrollo de unos hechos en el argumento del texto (Estudios Culturales), o incluso y llevándolo al trabajo al que me dedico a diario, cómo un texto utiliza tropos y universos góticos para relatar las situaciones del mundo de hoy (Estudios Góticos).
El resumen de todo esto es tener más recursos conscientemente para que puedas utilizarlos como desees en tus escritos. Entre más leas de manera consciente, de más recursos dispondrás para elaborar tus escritos.
Taller práctico de lecturas
Ejercicio de consciencia
Con este ejercicio procuraremos identificar elementos y patrones en tus lecturas y su posible influencia en tus escritos.
Toma papel y boli y vamos a por ello.
Haz una lista de 5 autoras que hayan pasado por tus manos, da igual si te gustan o no.
De la lista anterior intenta identificar algún elemento que no te gustó y que el texto en cuestión te causó rechazo, lo suficiente como para no incluirlo en ningún texto que escribieras a posteriori (al menos conscientemente).
Haz otra lista de 5 de los que sí sabes que te gustan.
De la lista anterior intenta identificar algún elemento copiado o que quisieras copiar. Pregúntate cómo lo copiarías.
Haz una lista de los autores que crees que te han podido influenciar, con independencia de si caen en tus favoritos o si has decidido no volver.
Revisa tus hallazgos y tenlos en cuenta para la próxima vez que decidas crear.
¿Lista para una lectura atenta?
Apúntate al programa de mentorías para que pueda diseñarte un programa de lecturas de acuerdo a tus metas literarias y de escritura.
Talleres de literatura más allá de la creación -> para descubrir tu yo desconocido:
Referencias:
Creatividad: copiar como un artista o robar como un genio, Área W3, 2 de enero de 2024.
Ray Bradbury’s Abiding Influence, Jason Aukerman, The New Ray Bradbury Review, Issue 7, August 2023.
The Dark and Starry Eyes of Ray Bradbury, Lauren Weiner, The New Atlantis, Number 36, Summer 2012, pp. 79-91.
Mircea Cărtărescu: El hacedor de insomnios, José Carlos Rodrigo Breto, Ediciones del Subsuelo, 2023.
Excelente exposición sobre la importancia de la lectura atenta, que en el ámbito literario no es solo importante sino también necesaria. Para escribir buena literatura no necesariamente hace falta una formación académica particular, pero sí hace falta haber leído, y mucho.