El journaling es el inicio de toda persona que escribe
Pero seguro que no te lo habían dicho.
Lo de llevar un diario tiene connotaciones románticas. En tiempos, era terreno femenino en exclusivo, hablando más de temas de sentimientos y corazón, porque en el mundo masculino y de negocios los diarios también tuvieron su protagonismo, pero no entraré en esos temas.
Luego, en el siglo XIX, con la llegada del tren y la posibilidad de viajar, los diarios se hicieron imprescindibles para capturar todos esos nuevos horizontes que se abrían con la movilidad.
En la actualidad, nos hemos modernizado, y ya no escribimos diarios. Ahora hacemos “journaling”.
El invento
No hay invento, es simplemente un enfoque actualizado de un viejo recurso para servir las necesidades actuales. Si en el pasado, de adolescentes, escribíamos diarios para contar las experiencias del día, por poner un ejemplo, hoy escribimos un journal para dar una posible solución a un problema. Hacer journaling se ha convertido en una especie de meditación por medio de papel y tinta para hacernos conscientes de nuestro entorno, de cómo reaccionamos a determinadas circunstancias.
Un poco de precedentes recientes
En los años 90 del siglo pasado, una guionista y directora de cine reunió sus apuntes sobre creatividad en un libro, a instancias de sus allegados, que estaban convencidos de que eran muy buenos. Seguramente más de uno la conocéis, es Julia Cameron, y su libro, El camino del artista. En él introduce las famosas “Morning Pages”, o páginas matutinas, un ritual mañanero en el que a través de tinta y papel «descargas» todos los pensamientos que rondan tu cabeza, en una especie de fluir de conciencia, con el objetivo de despejar la mente para empezar a trabajar. De esas páginas de las que puede salir cualquier cosa, puedes encontrar respuestas, ideas, o simplemente hacerte consciente de que hay temas a los que prestar atención.
Todo lo que puede hacer el journaling por tu escritura – mi experiencia
Yo empecé con el diario siendo adolescente, no recuerdo por dónde vino la idea. Durante muchos años se convirtió en una especie de terapia gratuita para afrontar dilemas de diverso tipo. Para mí, la escritura empezó siendo un medio de sanación, y aunque mis más tiernos inicios en la literatura se remontan a declamar poesía en recitales escolares, no vi en llevar un diario algo artístico y literario, pero a propósito de este gesto previo, de alguna manera, empecé a escribir poesía y cuentos.
Hoy no me imagino sin mi diario. Es la auténtica página que aguanta todo, sin filtros. Sin ponerlo «adecuado» para las redes sociales. Sin dejarlo nítido y libre de errores gramaticales o estilísticos. Soy yo de la manera más directa y natural.
¿Los beneficios? Muchos. El más importante es hacerte consciente de lo que ronda en tu cabeza. La forma en la que lo escribes, el tono del diálogo que entablas contigo misma te da muchas pistas sobre si hay algo que debas hacer y el qué.
Es la manera de dar respuestas a cuestiones que quizás estabas buscando fuera, y no te habías dado cuenta de que las tenías tú. Es la mejor manera de capturar ideas aleatorias que puedes desarrollar más adelante. De mi journal han salido ideas para poesías y cuentos, pero también ideas de negocio y colaboraciones, e incluso ideas para cosas cotidianas, como arreglar una parte de la casa o decidir el menú semanal.
Cómo empezar con un journal
Si te da vértigo la página en blanco, no temas. Llevar un journal o diario no tiene esquemas rígidos y lo puedes hacer de cualquier manera. Claro que esa libertad pone en aprietos a quienes no tienen ni idea de qué hacer. Te doy unas pistas.
En cuanto a soporte, para mí lo ideal es un cuaderno de tu preferencia, por aquello de tener un orden, pero si prefieres papeles sueltos es una opción. También puedes abrir una página de algún procesador de palabras o aplicación de tomar notas, es cuestión de gustos. No sé si es que vengo de ese mundo de la transición tecnológica, pero para mí la tinta y el papel tienen un sentido de descarga emocional que ni por asomo da la tecla.
Ideas para empezar
En cuanto a “prompts” o pies de escritura, las opciones son infinitas, pero aquí van algunas, por si no encuentras por donde empezar:
· Haz un ejercicio de escritura automática, como los surrealistas: escribe cualquier cosa que se te venga a la cabeza por diez minutos, sin levantar el boli (o sin tomar pausas si estas tecleando). Da igual lo que salga, solo escribe.
· Agradece lo que tienes. Siempre hay algo por lo que sentirse agradecidx.
· Haz una lista de todas las cosas que tienes en el horizonte según abres los ojos. Reuniones de trabajo, compras, tareas relacionadas con la casa, con los niños, el argumento que le prometiste a tu editor y del que apenas has escrito un par de líneas, la bronca que tuviste con tu amiga, con tu hermano…
· Dedícale unos versos a tu gato, o tu perro, o mascota.
· Viaja a tu futuro dentro de un año y describe cómo es tu día, pero no como es ahora, sino como quieres que sea. Qué haces, cómo vistes, cuál es tu agenda, con quién estas y cosas por el estilo.
· Describe cuál es la parte que más te gustó del último libro que leíste y por qué.
Tipos de journal
Como indiqué anteriormente, para hacer journaling vale cualquier cuaderno, hasta el más simple y humilde cuaderno escolar, pero si sufres una suerte de fetiche por estos artilugios como yo, te paso una lista de mis favoritos:
· Paperblank: tengo un viejo idilio con esta empresa canadiense. Las cubiertas son preciosas y van desde obras de artistas hippies de los años 60 a reproducciones de biblias medievales, textos renacentistas y una línea preciosa dedicada a escritores y sus manuscritos. Para todos los gustos: rayadas, en blanco, diferentes tamaños e incluso agendas anuales.
· Moleskine: el cuaderno clásico y elegante de la empresa italiana, con su cubierta sólida de polipiel/piel vegana en todos los formatos, tamaños y colores posibles.
· Cuadernos para hacer sketching: aquí hay varias marcas, yo utilizo la de Talens Art, por ninguna razón en particular. Lo que me gusta es la consistencia de su papel y lo accesible que es. A veces hago garabatos y collages, cosa que se presta a su función.
· Novel Journal (Escribe entre líneas): esta empresa de Reino Unido y asociada a la editorial Canterbury Classics creó una línea de cuadernos en los que las líneas son el texto de grandes obras de la literatura en pequeñito, para que puedas escribir entre ellas. Son preciosos, pero algo inaccesibles. No sé si los han dejado de fabricar o si la causa de que apenas se vean son las nuevas condiciones mercantiles que tienen fuera de la Unión Europea.
· Galgo: son muy económicos y tienen este acabado en piel vegana que los hace muy elegantes. Vienen en muchos colores sólidos.
· Bullet journal: me gustan los de Stationery Island. Los cuadernos con puntitos los utilizo para planificar y para agendar los contenidos del mes y anuales de La crónica espectral y de mi blog.
· Cuadernitos a prueba de agua: no son para mis excursiones a la montaña, aunque están diseñados para eso y otras condiciones al aire libre. A veces las ideas vienen en los momentos más inoportunos y no hay nada peor que olvidarse de una. Por eso tengo un cuadernito de estos en la ducha, con un boli, por aquello de no arriesgar el móvil. Nunca se sabe lo que pueda ocurrir.
En digital
Por otro lado, veamos procesadores de escritura y apps para escribir:
· Suite Open Office: por si no estás por la labor de abonarte a la suscripción de Microsoft.
· Scrivener: muy famoso, aunque no lo he probado. Para Mac y Office. Es de pago, pero es una licencia (como antes), así que pagas una cuota por el producto y es tuyo para siempre, sin más.
· Trello (app): para tomar notas y para organizar escaletas de futuras historias, o propuestas de libros.
· Evernote (app): lo utilicé durante un tiempo. Muy buena para organizar ideas por «cuadernos» (categorías).
· Keep de Google (notes app): útiles para ideas al vuelo, que puedes editar luego en la versión sobremesa.
Espero que estas pautas te animen a explorar el journaling a diario. Verás los beneficios automáticos reflejados en tu escritura.
Y tú, ¿también escribes diarios o haces journaling? Cuéntame tu experiencia.
Libros para saber más:
· El camino del artista, Julia Cameron
· Write it down, make it happen, Henriette Anne Klauser (en inglés)
Diarios
Un diario sobre el único habitante de una isla tropical (cuento).
Un diario-reportaje sobre los primeros zombis conocidos (nuevamente en una isla tropical).
Una Note sobre journaling:
Ay, pues yo soy muy de cuadernos también (de los bonitos, claro, que una tiene su corazoncito esteta). Uso blocs de sketch y Paperblanks para escribir de forma más general… lo que no me importa que se lea, que se herede o que un día alguien encuentre y diga: “mira tú qué vueltas daba esta mujer”.
Y luego tengo mi espacio más íntimo en digital: la app MyDiary, donde vuelco esos pensamientos que necesito sacar pero que ni de broma quiero que vean la luz así, en bruto. Lo uso casi como una limpieza mental, sin filtros y sin miedo. Escribir es mi terapia más barata (bueno… salvo cuando se me va la mano comprando cuadernos bonitos, eso sí).
Me encantó, que buena guía de journaling!!!!
A mi me gusta mucho esta práctica, busco ser más constante con ella, porque sin duda es una manera creativa de introspección, de creación y para detectar patrones e ideas.