Taller literario como método de autodescubrimiento
Todos quieren aprender a escribir, pero hay más.
Todos hablan de taller literario para aprender a escribir, pero lo cierto es que la literatura es un medio de autodescubrimiento, no solo para quien la lee, sino para quien la hace. En mi caso la escritura de un diario lo inició todo, luego vino la escritura de poesía intencionada y más tarde, la narrativa.

Cărtărescu dice que para él escribir es un gesto de autodescubrimiento inicialmente, un intento de realizar un mapa en el que vayas encontrando respuestas, un ejercicio de clarificación existencial. Luego descubrimos que sus ejercicios son realmente buenos, se convirtió en un autor superventas y su obra es traducida a decenas de idiomas, pero eso vino después. Después.
La verdad es que buena parte de las veces la intención de aprender a escribir se pierde en las expectativas de conseguir la gloria en vida y otros episodios más mundanos. La fuerza que naturalmente tiene escribir para profundizar en una misma y avanzar en este camino sin manual de instrucciones que es la vida se diluye.
Ojo que no estoy diciendo que ser un bestseller y quedar como un hito en la historia sea poco atractivo y nada deseable. Solo digo que es algo que depende de muchos factores (buena parte sobre los que no tienes control), y se puede dar o no.
Sin embargo, la literatura como intento de descubrimiento, ya sea desde la lectura o desde la creación, se convierte en un regalo instantáneo y permanente, obtengas la gloria o no.
De eso tratan los talleres que desarrollo en Academia Gótica. Se trata de ver el mundo y en él, a ti mismo, a ti misma, a través de los reconfortantes lentes de la literatura gótica. Un espacio amplio, por todas las vertientes y temas que toca para que puedas ser un poco más tú, conscientemente.
En cierto sentido un libro es una pared con pinzas en las que vas colgando tus propios pensamientos y recuerdos, así que cualquier lector es también un escritor.
—Mircea Cărtărescu en entrevista para Jot Down.
Siguiendo esta premisa en la que un lector es también un escritor, te animo a aprovechar esa complicidad recíproca para avanzar algo más en tu arte, porque está bien saber cómo escribir un relato, por ejemplo, pero es mucho mejor saber las motivaciones. Hacer una escritura consciente te lleva a un estado superior del arte. Y como el arte es indisoluble al artista estarás realizando un trabajo importante de descubrimiento con tu persona.
¿Es nueva esta perspectiva para ti o ya la conocías? Cuéntame: